viernes, 2 de mayo de 2014


COMENTARIOS PELÍCULA PHILOMENA




UNA SENSIBILIDAD QUISQUILLOSA

Un largometraje cargado de sensibilidad sin que el resultado sea un pesado melodrama. Nos representa en una manzana de caramelo; El fruto prohibido y apasionado que simboliza ese pecado carnal que cambiará la vida de la protagonista para siempre.

Es una historia fantástica, donde se expone los lastres de la educación religiosa de mediados del siglo XX, así como los efectos de la censura y los corsés informativos en las clases bajas. La excelente compenetración de los personajes, que se ve en los dos actores; hace que fuera de la pantalla los espectadores sintamos esa añoranza y desasosiego hacia la amistad y camarería que tienen los dos personajes principales. Aunque hay que destacar que en un principio, Martin (coogan) un periodista ególatra, pedante  y rencoroso solo ve a Philomena como un recurso enteramente financiero y laboral, no como una persona con sentimientos.

Sin embargo nuestra protagonista  Dench, es un torbellino que nos arrastra hacia ella, conmoviéndonos con la asombrosa dulzura de una mujer que no ha dejado de pensar en su hijo ni un solo día de los cincuenta años que lleva sin verle. Se caracteriza por tener una personalidad sensible que se descubre tras esos azules y melancólicos ojos; con su actuación provoca un nudo en la garganta y extrapola sensaciones tan fuertes que duelen.

Un estupendo contrapunto que nos sacará de nuestras casillas en más de una ocasión con su displicencia y su humor fuera de lugar. Philomena, dentro de un acomodado academicismo, aturde tanto como emociona. Una obra llena de misterio e intriga que nos catapulta a una realidad llena de prejuicios y poca tolerancia, donde el poder lo tienen personas pusilánimes que solo siguen un fin político o monetario y donde el ser humano como ser integral no importa.

ANDREA OCHOA OSORIO




PECADOS = LUCRO


Es probable que aún la iglesia tenga demasiado poder, pero antes los actos que cometían en nombre de la religión eran aberrantes. El simple hecho de no educar a las señoritas sexualmente, el creer que una relación íntima era un pecado y que un embarazo era el castigo de haber cometido dicho yerro mundano, es algo que no encaja del todo en mi pensamiento.

Considero que la religión que se ve en esta película es la que aprovecha los “pecados” con el fin de abundar en riquezas celestiales (cualquier parecido con la realidad…), pues lo que hacían las monjas eran vender esas criaturas para brindarles un “mejor hogar”, mientras que las pobres subyugadas no pueden más que lamentarse por la perdida. Ahora una duda corre por mi mente ¿La gente de esa época era tan enfrascada en la religión como para dejarse sembrar la idea de que un hijo era un pecado?  ¿Dicho pecado debe ser otorgado a otras personas? o ¿Acaso la criatura no es la pecadora sino la madre por no tener conocimientos acerca de su cuerpo y la sexualidad?

No culpo a la gente de esa época por no tener los medios para informarse. Pero si debo señalar la falta que cometen aquellas personas que no educan a estas señoritas teniendo los recursos para hacerlo.
El conocimiento no llega del puritanismo, proviene por medio de la sabiduría de otras personas, los saberes se comparten, no se adquiere por mandato divino.

CRISTHIAN FELIPE PIEDRAHITA

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